CONTADOR

sábado, 21 de mayo de 2011

Nueva perspectiva, atrévete.


Debemos ver las cosas constantemente de un modo diferente................, cuando crees que sabes algo... atrévete a buscar nuevos campos, nuevos puntos de vista.   
La mayoría del tiempo, vamos por ahí como medio dormidos, sin prestar atención a lo que ocurre a nuestro alrededor. No somos conscientes realmente de donde estamos ni de lo que hacemos una gran parte del tiempo.

Caminamos de casa al trabajo y viceversa, haciendo exactamente el mismo recorrido, ya sea en coche, moto, bici o caminando.  En cuanto recorremos muchas veces un mismo trayecto, deja de ser novedoso y pierde nuestro interés.

¿Hemos probado a hacer un recorrido diferente para volver a nuestra casa? . Ves , descubres cosas ,gentes nuevas.
¿Cuántas veces analizamos un problema del que pensamos que no tiene solución, por muchas vueltas que le demos, y la solución residía en verlo desde un punto de vista diferente?

¿Queremos cambiar cosas, haciendo siempre lo mismo? ¿Buscamos diferentes resultados realizando siempre las mismas tareas? No parece muy lógico...

Haz las cosas diferentes , mirálas desde otra perspectiva.  

“La mejor manera de hacer que los sueños se conviertan en realidad es despertarse”. Paul Valery

viernes, 13 de mayo de 2011

Que hijos vamos a dejar a este mundo

Ayer a las 19 horas asistí a la conferencia que dio Alex Rovira en San Sebastián , Enrique Larumbe gerente de Eurogap, nos invito a su IX Foro.

De la conferencia de Alex hay varias frases con las que me quedo:

Crisis es VIDA. Si no vives situaciones difíciles , criticas es que estas muerto. Celebra que puedes contarlo y sigue remando.

Lo que creemos es lo que creamos, centrando nuestros esfuerzos en el problema no conseguimos resolverlo, es más probable que esto suceda si visualizamos el resultado que queremos obtener y creamos la solución con nuestra creatividad.

Nos hablo de estas dos personas, las que veis en el vídeo  Dick Hoyt y su hijo.


Relativiza. Lo que ahora te parece terrible, quizás sea una bendición mañana.

Entrégate al cambio y transfórmate. El cambio vine de fuera hacia dentro, la transformación de dentro hacia fuera. Lo primero es efímero, la segunda estable. Se lo que puedes llegar a ser.

Progresa con la crisis: Cuestiona y Cuestiónate por el bien común. Desarrolla tu capacidad crítica y tu criterio. No te conformes con la resignación y el miedo. Lucha sobre esfuérzate, entrégate, coopera, y crecerás haciendo crecer a los demás.

Piensa y crea de manera diferente: Aprovecha el nuevo escenario para reinventar hábitos y patrones de conducta. Desafía la rutina, rompe la inercia, da la vuelta a tu mundo, sé un rebelde constructivo.

Si quieres superar la crisis supérate a ti mismo en cada instante.

Cultiva el optimismo y la confianza basada en la realidad . Deja de hablar de miedos,amenazas.. y actúa en la realidad dando lo mejor de ti siempre.

Coopera y se integro. Cumple lo que prometes y predica con el ejemplo .Solo así serás de confianza y eso hará que generes compromiso en los demás. ¿Qué es lo que hace que uno sea buen jefe? : La integridad , la visión, la experiencia y la pasión

Nuestro pasado hace que proyectemos el futuro
Pero sin duda la frase que mas me impacto fue la última que dijo “lo que importa no es que mundo vamos a dejar a nuestros hijos si no que hijos vamos a dejar a este mundo” pues si señor… en eso los padres tenemos muchas cosas que hacer. Lo que creemos es lo que creamos.

Bravo Alex por tu conferencia y gracias Eduardo y a su equipo por hacer hecho posible este evento. Leeré gustosamente el libro que nos han regalado , La Buena Crisis.

Fue un evento lleno de inspiración y con ideas profundas para reforzar nuestra ganas y actitudes ante la situación actual de oportunidades. Nos encontramos abordando un futuro lleno de retos que podremos superar más fácilmente si aunamos esfuerzos.


Zorionak a los dos!

Os dejo con el vídeo que ha sacado sobre el evento EUROGAP

sábado, 7 de mayo de 2011

Desarrollar la conciencia y la responsabilidad en procesos de cambio


Amigos , conocidos, clientes etc me preguntan  ¿ A qué sirve el coaching? ¿Qué diferencia hay con la formación? ¿En que procesos se puede utilizar? ¿Cuál es la esencia del coaching ? ¿Cuál es el papel del coach?

A todos ellos  les digo que el coaching y la formación es bien diferente , a partir de las conclusiones obtenidas en diferentes estudios sobre impacto de la formación, podemos establecer que la formación incidirá en la mejora del desempeño en el puesto de trabajo a medio-largo plazo en función de sus resultados inmediatos. Por resultados inmediatos se entiende la adquisición de conocimientos y uso real y continuado de conocimientos adquiridos y materiales facilitados.

Este proceso no se produce en todos los casos de forma directa e inmediata. La ley del mínimo esfuerzo lleva a que el ser humano tienda a repetir sus comportamientos y formas de hacer independientemente de que los resultados no sean los deseables. De esta forma, la eficacia de la formación, entendida como cumplimiento de los objetivos de desarrollo profesional planteados inicialmente, dista mucho de conseguirse en un amplio número de ocasiones.

No es suficiente certificar el aprendizaje, sino que es necesario que esos conocimientos o habilidades "aprendidas" se pongan en práctica, es decir, se lleven a cabo en el puesto de trabajo produciendo un cambio real en las formas de trabajar y en las actitudes para que realmente tenga lugar un desarrollo profesional que repercuta en la empresa globalmente.

En este proceso de aplicación de los conocimientos adquiridos a la situación laboral se producen bloqueos, debido, en numerosas ocasiones, a suposiciones, creencias, interpretaciones limitantes de las situaciones, que restringen las posibilidades de actuar de forma diferente a la que habitualmente utilizamos. Algunas de estas creencias son, por ejemplo, pensar que cuando una solución ha sido eficaz en una situación determinada, ha de serlo en todos los casos o que un problema únicamente tiene una solución posible.


El que sigue reproduciendo lo ya visto, lo ya comprendido, el que vive en el escenario de lo ya vivido, ése no piensa. Pues bien, a evitar esto es a lo que puede ayudar el coaching para mejorar el impacto de la formación.
En la esencia del coaching, está el desarrollar la conciencia y la responsabilidad de todo proceso de cambio.

Conciencia tanto de uno mismo (emociones, deseos que distorsionan nuestra percepción, que experimentamos y sentimos en cada momento) como del entorno en el que nos desenvolvemos (dinámica de relaciones entre las personas) y responsabilidad respecto a nuestros pensamientos y acciones.


Nuestro papel como coach en este proceso de cambio tiene lugar tanto en la fase inicial, de determinación de objetivos de desempeño y de itinerarios formativos adecuados a los mismos, pero también en un momento posterior, una vez recibida la formación, para pasar a la acción utilizando las estrategias y soluciones más adecuadas y efectivas con el fin de aplicar los conocimientos adquiridos al puesto de trabajo. Objetivos, estrategias y soluciones adaptadas a las características y situación particular de cada coachee.


Yo lo que he podido comprobar es que la utilización de un proceso de coaching en el desarrollo planificado de las personas es especialmente útil en aquellas áreas relacionadas con habilidades interpersonales (asertividad, gestión de conflictos, interculturalidad…), comunicación, liderazgo (delegación, motivación…), habilidades cognitivas (toma de decisiones, priorización…), autogestión (gestión del tiempo, gestión de las emociones, equilibrio vida laboral, vida personal…), áreas en las que los valores, habilidades y evaluación de la situación personal no están sujetas a principios básicos, universales a seguir.
Coaching en San Sebastian, Coach San Sebastián , Coach Guipuzcoa,Coaching Guipuzcoa  

lunes, 2 de mayo de 2011

La gestión empresarial moderna

La gestión empresarial moderna, hoy más que nunca, trata de focalizar su acción en las conductas de sus miembros y entender nuevos valores, nuevos códigos, nuevas formas de “comprender al otro”, para crear escenarios hacia una dirección concreta.

Los empresarios comienzan a visualizar que cambiar por cambiar no basta, que la clave está en sus recursos humanos y en sus competencias, que el cambio comienza en cada individuo, en cada área de trabajo, pero también se hace necesario que los integrantes de una empresa puedan aportar conocimientos y habilidades que favorezcan una cultura de cambios y de marcadas exigencias.


De ahí la importancia, de un desarrollo de competencias pre-laborales durante el período de formación, un desarrollo de capacidades transversales, de acercar a las instituciones del saber a los escenarios de las organizaciones para compartir responsabilidades.

En la actualidad, existen organizaciones que vienen incorporando en sus políticas de acción el “proceso de aprendizaje continuo”, porque creen como fundamental la opción de establecer dentro de sus estructuras un ámbito de reflexión, de “vivenciar las experiencias de cada integrante para entender los resultados”.



Y en ese camino de crecer, la organización debe ofrecer una nueva formación del individuo para demostrarle de dónde viene y hacia dónde va, cómo desarrollar su carrera profesional, con conocimientos flexibles y prácticos que ayuden a su polivalencia y a un trabajo en equipo no forzado.

Es tiempo de que desaparezca la formación “como herramienta de imagen” y surja como “sentido de existencia y eficiencia”, como medio de crecimiento, permitiendo un desarrollo más real del ser humano en su puesto de trabajo y una mayor calidad en sus relaciones dentro de su ambiente laboral. Sólo en esa senda el individuo podrá comprometerse al ser entendido, ser reconocido y aportar su potencial. Si queremos reconciliar el trabajo con la vida, debemos incluir en el trabajo la presencia humana que falta… Dar el alma es hacer sentir esta presencia…. Es vivir plenamente lo que hacemos..”


Y ello nos lleva a preguntarnos si los directivos comparten siempre los valores de su gente, de su personal, si entienden sus aspiraciones, sus creencias, sus deseos y compromisos. La respuesta se encuentra en “aprender a vivir en la empresa en tiempos de cambios y de valores perdidos”, a elevar los procesos de motivación y comunicación, entendiendo que esos recursos creen en su tarea y pueden enriquecerla con un desempeño colectivo.



Se habla, en muchas ocasiones, en los pasillos de las empresas, de participación, de liderazgos compartidos, de objetivos claros, pero no se jerarquiza siempre “el saber escuchar”, “el saber entender”, “el saber reconocer”, “el humanizar la tarea” para que cada individuo pueda sentirse parte de un cambio, de la ruptura de viejas culturas, de viejos modelos.



Y esta situación se trasluce no sólo dentro, sino fuera de la estructura organizacional. Comenzando el nuevo milenio, los jóvenes observan más dificultades que oportunidades al insertarse en el mercado laboral, y es fundamental que nuevos empresarios puedan transmitir una transformación de mentalidades, de conductas que crean más en el hombre, de competencias exigibles y no de competencias descartables, de poder trabajar con el otro y no desde el otro, de ayudar a que cada individuo dentro de su hábitat y libertad laboral pueda crear su propia dimensión. Hoy los jóvenes profesionales o aquellos que quieren acceder al mundo laboral perciben exigencias con exclusión, pero la percepción puede encuadrarse como real porque se trata de vender esa imagen ambigua.



Sabemos que nuevos escenarios de acción solicitan nuevas conductas, nuevos modelos que ayuden a tomar conciencia y comprender qué posibilidades de desarrollo existen, qué realidades profesionales se potencian, qué proyecto personal pueda desarrollar cada recurso humano nuevo. Y con esos matices e interrogantes muchas organizaciones desarrollan y perfeccionan día a día sus procesos sobre gestión de competencias, dando respuestas a demandas casi fundamentales como la automotivación en el puesto, la mejora de las relaciones personales y del clima laboral, el poder compartir información y objetivos claros: conocer la visión y la misión de la organización, las necesidades de comunicación que tienen sus miembros, entender la situación real de la empresa en el mercado, etc.


Nos encontramos en tiempos de búsqueda de culturas empresariales nuevas, donde puedan convivir valores como el reconocimiento justo, la suma de habilidades con responsabilidad, la solidaridad y la aceptación de diferencias, la existencia de un lugar de trabajo donde se pueda crear con el otro y para el otro, de compartir desafíos con la empresa y no desde la empresa, de construir un espacio común en el que el individuo sepa ejercer su autonomía, perfeccionar sus capacidades y asumir roles desafiantes.