Vivimos en
una época en la que el nuevo paradigma económico (caracterizado por la
velocidad, la innovación, los ciclos de tiempo cortos, la calidad y la
satisfacción del cliente) está subrayando la importancia de los activos
intangibles como el prestigio de una marca, el conocimiento, la innovación y,
sobre todo, el capital humano. Este nuevo paradigma puede marcar el principio
de una época dorada para RRHH. No obstante, aunque los profesionales y los
directivos de recursos humanos reconozcan este potencial, la mayoría no sabe
los pasos que deben dar para conseguirlo.
Desde mi punto de vista, una de las acciones más poderosa que los directivos de RRHH
pueden llevar a cabo para asegurar la contribución estratégica es desarrollar un cuadro de mando que
convincentemente demuestre el impacto en la actividad empresarial.
Para
diseñar dicho cuadro de mando, los directivos de RRHH deben adoptar una
perspectiva radicalmente distinta; una perspectiva que se centre en cómo los
recursos humanos pueden jugar un papel central en la implementación de la
estrategia empresarial. Con una arquitectura de RRHH estratégicamente
desarrollada, los directivos de la empresa podrán entender exactamente cómo
puede crear la gente valor y cómo medir el proceso de creación de valor.
Aprender a
ser un departamento estratégico no es sólo una forma de que los profesionales
de RRHH justifiquen o defiendan su existencia, sino que también tiene
implicaciones para su supervivencia y para la supervivencia de la empresa. Si
la función de RRHH no es capaz de demostrar que añade valor, corre el riesgo de
ser un servicio a externalizar. En realidad, no siempre tiene que ser algo
negativo, ya que externalizar las funciones ineficientes puede potenciar el
rendimiento general de una empresa. Sin embargo, muchas veces se puede
desperdiciar un potencial decisivo. Partiendo de un punto de vista adecuado y
con las herramientas de medición en la mano, la arquitectura de RRHH puede
marcar la diferencia entre una empresa que sencillamente aguanta el ritmo que
le marcan los competidores y una que sobresale.
Las historias
de las recientes transformaciones de empresas que conozco, demuestran cómo las empresas pueden conseguir sus fines cuando
se alinean con RRHH y logran una estrategia global en la organización.
Tras
luchar sin un fin claro y haciendo frente a pérdidas , estas empresas han cambiado completamente su proceso
de implementación de la estrategia.
El equipo directivo incorporó una serie de
aspectos de rendimiento en el proceso que afectaron tanto a los empleados como
al rendimiento financiero. Después, articularon una visión nueva e inspiradora:
para que estas empresas pudiesen ser una
empresa convincente para sus accionistas, pero antes que nada, un lugar convincente para comprar. Para ser un lugar
convincente para comprar, primero deberían ser un lugar convincente para
trabajar.
Sin
embargo, estas empresas no han dejado
únicamente esta visión estratégica en manos de los directivos o la gerencia , ni se
limitó a dar pequeños incentivos a los trabajadores, sino que validaron la
visión con datos. Así, estas empresas han diseñado una forma para dirigir esta
nueva estrategia con un cuadro de mando que refleja su visión con toda su
riqueza.
En concreto, el equipo ha desarrollado indicadores objetivos para cada uno
de estos tres «aspectos convincentes». Por ejemplo, «apoyar las ideas y la
innovación» ha ayudado a estas empresas
a establecerse como «un lugar convincente para trabajar». De forma
similar, centrándose en «ser un lugar divertido para comprar», la empresa se
convirtió en un lugar «más convincente para comprar».
El equipo ha ampliado este
enfoque aún más desarrollando una serie de competencias asociadas requeridas
por los trabajadores e identificando objetivos de conducta para estos tres
«aspectos convincentes» a distintos niveles organizativos. Estas competencias , conductas se han convertido en el eje sobre el cual la empresa creó su diseño laboral,
contratación de personal, selección, rendimiento directivo, compensación y
actividades de promoción en la empresa.
Todo esto y más lo vemos en la formación que suelo impartir de Como implementar y gestionar el cuadro de mando integral de recursos humanos.
Muy interesante todo lo relacionado con CMI. Nosotros hasta ahora utilizabamos una plantilla de excel como cuadro de mando integral para gestionarlo, pero ya estamos entrando en sistemas más complejos, tal y como la empresa lo va necesitando.
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