Hay algunas personas u organizaciones que acuden a mí porque quieren mejorar la gestión del tiempo. Para desarrollar esta competencia o bien hago formaciones al equipo o bien hago coaching individual. Dos metodologías totalmente diferentes. Muchos vienen con las creencias que mejorar su tiempo es conocer, practicar herramientas que le permitan mejorarlo.... para mi el asunto no va por ahí ... es mucho mas que eso.
“Aquel que prepara las cosas que tiene que hacer durante el día, y luego se atiene a ese plan, lleva consigo el hilo que le guiará a través del laberinto de una vida ocupada. Pero allí donde no se traza plan alguno, donde la disposición del tiempo se deja exclusivamente en manos del azar, no tarda en reinar el caos”.
Esta cita no es de ningún autor contemporáneo, especialista en el manejo del tiempo, sino de uno de los más célebres escritores del siglo pasado, el francés Víctor Hugo.
Es importante señalar que el buen uso del tiempo va mucho más allá de nuestro trabajo.
Nada hay que iguale el valor del tiempo. El dinero mismo no puede comparársele, pues éste vuelve y aquél no; en una vida se pueden rehacer diez fortunas, pero con diez fortunas no se puede recomenzar una vida.
“El tiempo es oro” es, por lo tanto, un refrán poco preciso. Si bien el tiempo es la dimensión en la que se crea y se utiliza el dinero, es mucho más: es la propia vida.
Además, vale la pena repetirlo: el tiempo no se puede comprar. Ni con todo el oro del mundo. Y no sólo en el terreno laboral. No se puede comprar el tiempo para estar con la familia, o los amigos, o para cultivarse internamente. Por eso, “el tiempo, por lo común, es algo más que dinero. Porque sea cual sea su fortuna personal, no podrá comprar un minuto más del tiempo que tengo yo, o del que tiene el gato echado frente a la chimenea”.
Todos tenemos la misma cantidad cada día, y sólo algunos sabemos sacarle verdadero partido.
El tiempo no se puede ganar, pero sí se puede perder. Lo que debemos aspirar es a emplearlo mejor.
Este es un principio muy importante: no podemos gestionar el tiempo, lo único que podemos hacer es gestionarnos a nosotros mismos en relación al reloj: es decir, organizarnos inteligentemente.
Para ello, debemos comenzar por comprender dos puntos importantes:
1) El tiempo es el único bien real que tenemos.
2) El tiempo no es algo vago, general, es el ahora, es el presente, es el hoy.
Porque el ayer es un cheque sin fondos, el mañana es un pagaré, pero el hoy es el efectivo que debemos aprovechar.
Por lo tanto, “Quien gana tiempo, lo gana todo”. No hay que malgastar el tiempo. Una vez pasado, no se puede volver a tener; se va para siempre.
Esta cita no es de ningún autor contemporáneo, especialista en el manejo del tiempo, sino de uno de los más célebres escritores del siglo pasado, el francés Víctor Hugo.
Es importante señalar que el buen uso del tiempo va mucho más allá de nuestro trabajo.
Nada hay que iguale el valor del tiempo. El dinero mismo no puede comparársele, pues éste vuelve y aquél no; en una vida se pueden rehacer diez fortunas, pero con diez fortunas no se puede recomenzar una vida.
“El tiempo es oro” es, por lo tanto, un refrán poco preciso. Si bien el tiempo es la dimensión en la que se crea y se utiliza el dinero, es mucho más: es la propia vida.
Además, vale la pena repetirlo: el tiempo no se puede comprar. Ni con todo el oro del mundo. Y no sólo en el terreno laboral. No se puede comprar el tiempo para estar con la familia, o los amigos, o para cultivarse internamente. Por eso, “el tiempo, por lo común, es algo más que dinero. Porque sea cual sea su fortuna personal, no podrá comprar un minuto más del tiempo que tengo yo, o del que tiene el gato echado frente a la chimenea”.
Todos tenemos la misma cantidad cada día, y sólo algunos sabemos sacarle verdadero partido.
El tiempo no se puede ganar, pero sí se puede perder. Lo que debemos aspirar es a emplearlo mejor.
Este es un principio muy importante: no podemos gestionar el tiempo, lo único que podemos hacer es gestionarnos a nosotros mismos en relación al reloj: es decir, organizarnos inteligentemente.
Para ello, debemos comenzar por comprender dos puntos importantes:
1) El tiempo es el único bien real que tenemos.
2) El tiempo no es algo vago, general, es el ahora, es el presente, es el hoy.
Porque el ayer es un cheque sin fondos, el mañana es un pagaré, pero el hoy es el efectivo que debemos aprovechar.
Por lo tanto, “Quien gana tiempo, lo gana todo”. No hay que malgastar el tiempo. Una vez pasado, no se puede volver a tener; se va para siempre.
El tiempo, usado con acierto, nos puede proporcionar no sólo dinero, sino, además, la realización de nuestros sueños y el logro de nuestros objetivos.
Dicen que cuando una cosa te gusta.... la dilatas en el tiempo. Sé eficiente, toma el tiempo necesario para hacer las tareas y tendrás más tiempo para las cosas importantes. Raul Garcia. Koodza España
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