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lunes, 7 de mayo de 2012

Ser coherentes entre lo que decimos y hacemos


Cuando terminé la carrera y me fui a Francia a trabajar , mi padre me dio un sabio consejo Maite recuerda a la hora de llevar a un equipo recuerda debes de ser valor de ejemplo, después en la empresa que entré también lo volví a oír, desde luego que razón tenían. Desde luego este consejo de mi padre lo he tenido y lo sigo teniendo muy presente.

Y es que "no se puede predicar austeridad y luego ir a hoteles de cinco estrellas", debemos ser coherentes entre lo que predicamos y hacemos.  Sin embargo, ocurre muy a menudo a todo lo contrario. La diferencia entre discurso y realidad a veces están a años luz. 

Una vez también le pregunté a Michel Leclercq , presidente del grupo Decathlon hoy Grupo Oxyland, qué era lo más importante cuando se está al frente de un equipo. "Sin lugar a dudas, dar ejemplo. No se puede exigir a los demás si uno no se exige en primer lugar a sí mismo".

Ejemplo, ejemplo, siempre ejemplo. 

Para acabar dos vídeos  sobre la importancia del ejemplo.

El primero la diferencia entre tu despacho y el de tu jefe, sin comentarios.... 



El segundo  al de la educación: cómo los hijos copian a los padres 




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