CONTADOR

martes, 28 de febrero de 2012

Reflexión imprescindible para generar nuevos hábitos


Mi lado Ekonomista ha hecho que encuentré este documental  http://itineraricritic.net/  sugiero que lo  veáis. Es un montaje realizado a partir de una serie de cortes de entrevistas y conferencias de la Dra. Miren Etxezarreta.

Miren Etxezarreta es una pensionista de sesenta y cuatro años poco convencional . Desde siempre ha estado en diferentes luchas y movimientos sociales . Sus amplios conocimientos económicos , es Catedrática de Economía Aplicada en la Universidad Autónoma de Barcelona, hace que lo que dice en este documental este dicho con propiedad. A través de este documental propone una lectura critica del sistema económico vigente. Se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con lo que dice la profesora (yo lo estoy en algunos planteamientos), pero pienso que se tiene que escuchar lo que dice. Lo que si te aseguro que este documental invita a la reflexión y nos hace ser mas conscientes de muchas cosas.  Reflexión y concienciación es el paso previo para la responsabilización , cada uno desde su posición debe  plantearse  que puede hacer para generar nuevos hábitos en nuestra sociedad .

miércoles, 22 de febrero de 2012

Lo que quiero ahora

Sonia me ha enviado esta mañana este articulo que me ha encantado y quiero compartirlo con todos vosotros.

Ver las fotos del Blog de de Sonia.   

Lo que quiero ahora

La Vanguardia. Magazine
19/01/2012

Ángeles Caso


Será porque tres de mis más queridos amigos se han enfrentado inesperadamente estas Navidades a enfermedades gravísimas. O porque, por suerte para mí, mi compañero es un hombre que no posee nada material pero tiene el corazón y la cabeza más sanos que he conocido y cada día aprendo de él algo valioso. O tal vez porque, a estas alturas de mi existencia, he vivido ya las suficientes horas buenas y horas malas como para empezar a colocar las cosas en su sitio. Será, quizá, porque algún bendito ángel de la sabiduría ha pasado por aquí cerca y ha dejado llegar una bocanada de su aliento hasta mí. El caso es que tengo la sensación -al menos la sensación- de que empiezo a entender un poco de qué va esto llamado vida.

Casi nada de lo que creemos que es importante me lo parece. Ni el éxito, ni el poder, ni el dinero, más allá de lo imprescindible para vivir con dignidad. Paso de las coronas de laureles y de los halagos sucios. Igual que paso del fango de la envidia, de la maledicencia y el juicio ajeno. Aparto a los quejumbrosos y malhumorados, a los egoístas y ambiciosos que aspiran a reposar en tumbas llenas de honores y cuentas bancarias, sobre las que nadie derramará una sola lágrima en la que quepa una partícula minúscula de pena verdadera. Detesto los coches de lujo que ensucian el mundo, los abrigos de pieles arrancadas de un cuerpo tibio y palpitante, las joyas fabricadas sobre las penalidades de hombres esclavos que padecen en las minas de esmeraldas y de oro a cambio de un pedazo de pan.

Rechazo el cinismo de una sociedad que sólo piensa en su propio bienestar y se desentiende del malestar de los otros, a base del cual construye su derroche. Y a los malditos indiferentes que nunca se meten en líos. Señalo con el dedo a los hipócritas que depositan una moneda en las huchas de las misiones pero no comparten la mesa con un inmigrante. A los que te aplauden cuando eres reina y te abandonan cuando te salen pústulas. A los que creen que sólo es importante tener y exhibir en lugar de sentir, pensar y ser.

Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no quiero casi nada. Tan sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de mis amigos. Unas cuantas carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la cama. El recuerdo dulce de mis muertos. Un par de árboles al otro lado de los cristales y un pedazo de cielo al que se asomen la luz y la noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas. Por lo demás, podría comer patatas cocidas y dormir en el suelo mientras mi conciencia esté tranquila.

También quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico por los que pago con gusto todo el precio que haya que pagar. Quiero toda la serenidad para sobrellevar el dolor y toda la alegría para disfrutar de lo bueno. Un instante de belleza a diario. Echar desesperadamente de menos a los que tengan que irse porque tuve la suerte de haberlos tenido a mi lado. No estar jamás de vuelta de nada. Seguir llorando cada vez que algo lo merezca, pero no quejarme de ninguna tontería. No convertirme nunca, nunca, en una mujer amargada, pase lo que pase.

Y que el día en que me toque esfumarme, un puñadito de personas piensen que valió la pena que yo anduviera un rato por aquí.

Sólo quiero eso. Casi nada. O todo.

viernes, 10 de febrero de 2012

El poder de las palabras

Un grupo de ranas viajaba por el bosque y de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo.

Todas las demás se reunieron alrededor del hoyo y les dijeron a las dos del fondo que a los efectos prácticos se debían dar por muertas.

Las dos ranas no hicieron caso de los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas.

Las otras ranas seguían insistiendo en que sus esfuerzos serían inútiles. Finalmente una de las ranas puso atención en lo que las otras decían y se rindió. Ella se desplomó y murió.

La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible. Una vez más, la multitud de ranas le gritó que dejara de sufrir y simplemente se dispusiera a morir. Pero la rana saltó cada vez con más fuerza hasta que finalmente salió del hoyo, cuando salió, las otras ranas le preguntaron:

- ¿No escuchaste lo que te decíamos?

La rana les explicó que era sorda. Ella pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más y más para salir del hoyo.

Autor:Anónimo

Esta historia contiene dos moralejas:

La lengua tiene poder de vida y muerte. Una palabra de aliento compartida a alguien que se siente desanimado puede ayudar a levantarlo y finalizar el día. Una palabra destructiva a alguien desanimado puede ser que acabe por destruirlo. Cualquiera puede hablar palabras que roben a los demás el espíritu que les lleva a seguir en la lucha en medio de tiempos difíciles.

Tengamos cuidado con lo que decimos. Pero sobre todo con lo que escuchamos; no siempre es bueno prestar atención a lo que nos dicen. Escuchemos y utilicemos solo lo que es bueno.

Hablemos de vida, de alegría, de esperanza, a todos aquellos que se cruzan en nuestro camino. Ese es el poder de las palabras…..a veces es difícil comprender que una palabra de ánimo pueda hacer tanto bien.

lunes, 6 de febrero de 2012

El cambio organizativo

El cambio organizativo o empresarial se basa en el cambio individual de las personas que componen esas organizaciones , esas empresas.Éste es uno de los secretos de la gestión del cambio. Y es que las organizaciones son básicamente conglomerados de personas. Las personas son el elemento más importante de una organización, el que condiciona el éxito o fracaso de las mismas y el que permite o dificulta los proyectos de cambio.

El resto de elementos no humanos de una organización (sistemas informáticos, de producción, capitales financieros ,  bienes inmuebles) no plantean más complejidad para el cambio organizativo que una adecuada planificación con el suficiente nivel de detalle y un mínimo plazo de tiempo.

Por tanto las reglas que rigen la gestión del cambio de las organizaciones deben basarse en el conocimiento acerca de cómo cambian las personasY más concretamente: cómo cambia la conducta individuales de cada una de  las personas que compone la organización .
Pero ¿cómo podemos facilitar e impulsar los cambios organizacionales?  
De todos los individuos que componen una organización, hay un grupo especialmente importante por su capacidad de influencia en los otros y por tanto por su capacidad de potenciar o bloquear el cambio. Me refiero a los directivos.

Los directivos por su cercanía emocional con la cultura establecida de la organización, en muchos casos, producto de sus propias decisiones o tendencias de conducta, se sienten especialmente involucrados y amenazados ante los cambios. Frecuentemente plantean las mayores resistencias.

Así que tenemos al grupo más importante para el cambio planteando las mayores resistencias. Aquí puede estar una de las claves para entender porque fracasan la mayoría de los proyectos de cambio.

Y el tratamiento de esta problemática tampoco resulta fácil. Su tiempo es especialmente escaso y por tanto se muestran recelosos de asistir a programas de sensibilización o de formación. Su edad es la más avanzada, en muchos casos, y su grado de flexibilidad proporcionalmente menor.

El coaching individual ayuda a esto, ayuda a los directivos a tomar conciencia de sus propias actitudes ante el cambio, a entender sus propias resistencias y a diseñar modelos de conducta nuevos mucho más eficaces y cómodos para ellos. Consiste en un tratamiento individualizado,  que es totalmente adaptado a la situación y a los problemas concretos de cada persona y que no intenta “enseñar” nada, sino ayudar a pensar y a buscar soluciones a problemas concretos.