CONTADOR

lunes, 3 de mayo de 2010

El fuego y el coaching



Leí esta historia. Tiene que ver con el coaching, que no es otra cosa que facilitar a los demás el despliegue de sus potencialidades, de liberar todo el talento que cada cual lleva dentro. Uno de los mayores enemigos del coaching es inmiscuirse demasiado creando dependencias inútiles. Tiene que ser el que coachee/cliente quien poco a poco vaya conquistándose así mismo. En el mundo directivo, uno de los males que a menudo se percibe es el de no ir preparando los relevos, la sucesión de quienes están arriba.

La historia dice así:

Una noche el maestro se reunió con los discípulos, y les pidió que encendiesen una hoguera para que pudiesen conversar en torno a ella.

- El camino espiritual es como el fuego que arde ante nosotros. El hombre que desee encenderlo ha de soportar el humo desagradable, que hace que la respiración sea difícil y que produce lágrimas en los ojos. Así es la reconquista de la fe.

Y prosiguió:

- Sin embargo, una vez que el fuego está encendido, el humo desaparece y las llamas lo iluminan todo, dándonos valor y calma.

Uno de los presentes intervino:

- ¿Y si alguien encendiera el fuego por nosotros? ¿Y si alguien nos ayudase a evitar el humo?

La respuesta del maestro no se hizo esperar:

- Si alguien hiciese eso, sería un falso maestro que puede dirigir el fuego a su voluntad, o apagarlo en el momento que quiera. Y como no enseñó a nadie a encenderlo, puede dejar el mundo entero a oscuras.

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